Dime de que presumes...

Los autorretratos existen desde hace mucho tiempo atrás.
Normalmente eras los pintores quienes se inmortalizaban en sus propias obras, como autorretrato puro y duro o, como parte de la obra en sí, (véase "Las Meninas" de Velázquez).
Ahora todo el mundo puede hacer una foto en cualquier momento, con rapidez.
Con las nuevas tecnologías, la gente parece haberse vuelto loca con la moda de los Selfie.
Selfie, es la palabra inglesa para referirse a las fotos tomadas por uno mismo, a sí mismo. Y acaba de ser nombrada la palabra del año 2013 por el Diccionario Oxford. Es originaria de las redes sociales pero ha pasado a formar parte de un uso generalizado para referirse a los autorretratos, no sólo a los de las redes. El uso de esta palabra ha aumentado nada menos que un 17.000% sólo el año pasado.

Detrás de estas fotos...
Lejos de ser una conexión a nivel humano, el publicar constatemente una foto auto-sacada puede ser un pedido de aprobación y aceptación de los demás, lo que puede ser un arma de doble filo, depende la respercusión y aceptación que encontremos, dicen los especialistas.
Según la RAE, un autorretrato es un "Retrato de una persona hecho por ella misma (fuente)". El acto de tomarse autorretratos puede implicar varias cosas: por un lado es un acto de vanidad o narcisismo que se ve representado por estar de alguna forma posando todo el tiempo con la necesidad constante de ser aceptados por los demás. Por otra parte, es una forma de exhibir nuestra rutina y compartir con los demás cada momento de nuestras vidas en un estado natural y espontáneo.

Fotos y autoestima.
"La necesidad de mostrarse, puede considerarse una forma de existir socialmente, la gente muestra lo que quiere mostrar, en general adquisiciones, viajes, situaciones felices. Es una moda social que tiene que ver con la idea de lo que está en los medios es lo que existe, como una forma de auto-afirmar la existencia", según cuenta el doctor en psiquiatría argentino, Daniel Navarro.

Según algunas encuestas sobre el tema aparecidas en Internet, entre un 25 y 50% de los selfies o autorretratos se publican en Internet. En general, estas fotos tienen que ver con una imagen que la persona quiere reflejar de sí mismo o con el envío de un mensaje.

Ellos...

Siempre me he considerado una mujer algo enamoradiza o, por lo menos, que me ilusionaba bastante rápido en el amor. En mi fuero interno siempre he soñado con esa mezcla de pasión y dulzura... pero la vida no es una película de amor. Cuánto daño hacen las comedias románticas y los finales felices... ¡y cuánto nos gustan y los necesitamos!. Aquí va mi currículum sentimental hasta la fecha. Las historias de una noche o amores no correspondidos tanto por una como por la otra parte no cuentan. 

Rafa fue el primero. Ambos teníamos dieciocho años. Con él aprendí a besar y tuve mis primeros escarceos erótico-festivos. Lo nuestro duró año y medio, y con el tiempo supe que nunca estuve realmente enamorada de él. Creo que le tenía aprecio, cariño, más que novios éramos amigos. Yo nunca había salido con ningún chico y me pareció taaaaaan mono. Moreno, no muy alto, cara guapa, detallista pero impuntual. Simpático, siempre correcto... Y un día nos dimos cuenta que no estábamos hechos el uno para el otro y el mismo día, sin habernos puesto de acuerdo, decidimos cortar. Él incluso lloró. Yo no. La única vez que no he llorado en una separación. Sé que ha tenido otras novias después de mí, incluso hace poco que se ha casado y vive en otra ciudad. Me alegro mucho por él, es un buen hombre y seguro que ella es una buena mujer para él. Siempre quedará en mi corazón ese pedacito de cariño y ternura que siempre sentí por él. (Noviembre 1993-Junio 1995).

Lluís, el segundo. era un ser soñador, bucólico, diferente al resto. También moreno, más alto que el anterior, puntual, también detallista a su manera. Me hizo una flor con unos cables el día que cumplí veinte años. Me gustaba de él ese aire un poco hippie, llevaba el pelo corto por delante pero con una trenza en la parte de atrás, barba y bigote no muy peludos. En los cinco meses que duró lo nuestro, hicimos tres viajes (uno con el grupo del curso en el que nos conocimos), fui a exposiciones, hicimos la "ouija" cerca de un cementerio con más gente (más falso todo que el cartón piedra, pero entre miedo y risa, entre incredulidad y susceptibilidad todo). Fue un tiempo muy bonito pero sin poder prever el futuro. Era cariñoso, amable, impredecible. Lo dejamos porque dijo que no estaba preparado para salir con nadie... no sé si ha tenido otras relaciones y creo que sigue soltero. Quizá sea un soltero empedernido. (Agosto 1995-Enero 1996).

Xavier fue una relación extraña y corta. La tercera para mí. Lo conocí en la discoteca que solía ir con mi amiga. Había pasado mucho tiempo sin salir con nadie. Él acababa de cortar con su novia de toda la vida... era de un pueblo de Tarragona. Era guapo, con unos ojos preciosos de color azul-grisáceos y con gafas. Profesor de informática. Me quedé chafada cuando me dijo por teléfono que le daba otra oportunidad a su ex. En tres meses nos vimos unas cuatro veces, incluso me arriesgué a ir yo sola a su pueblo a una fiesta, pero no me arrepiento. Duró demasiado poco y estaba cantado, pero me dolió bastante que me dejara. (Febrero 1999-Abril 1999).

¿Y qué decir de JC? Mi cuarta relación. Que nos conocimos en 2001 chateando por el móvil. Luego nos escribíamos una carta al mes, más o menos, y hablábamos una hora cada día por teléfono, y los sábados dos horas. Que nos veíamos una vez al mes. Nuestras quedadas fueron aquí en Lleida, o en Tarragona, o en Castellón y en Valencia. Que en 2004 se vino aquí y nos fuimos a vivir juntos. En 2005 nos hipotecamos, en 2006 nació nuestra hija y que en 2013 todo se acabó... (noviembre 2001-abril 2013).